Una enfermedad autoinmune ocurre por causa del mal funcionamiento del sistema inmunológico, en que el sistema ataca, por error, tejidos saludables del propio cuerpo. Generalmente son crónicas, no transmisibles y pueden ser controladas con tratamiento¹. Estas enfermedades no tienen causas conocidas y se estima que son provocadas por factores externos, como predisposición genética y el uso de algunos medicamentos. Sus síntomas, como fatiga, dolores musculares y fiebre baja, pueden aparecer y desaparecer continuamente, sin causa aparente¹,².
Existen más de 80 enfermedades autoinmunes. Entre las más conocidas están las diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y el lupus, una de las más graves. Un dato interesante es que estas enfermedades son más comunes en mujeres que en hombres¹,³,4. Aunque con causa desconocida, algunas personas tienen mayor riesgo de desarrollarlas4:
- A causa de la herencia de ciertos genes, es común que más de una persona de la misma familia pueda contraer una enfermedad autoinmune, no siendo, necesariamente, la misma enfermedad;
- Exposiciones ambientales pueden también ser una causa. La luz solar, productos químicos (como los solventes) e infecciones virales y bacterianas están ligadas a muchas de estas enfermedades;
- Algunas son más comunes o afectan más severamente a ciertos grupos de personas. Por ejemplo, la diabetes tipo 1 es más común en personas blancas, siendo el lupus más grave en personas afro-americanas e hispánicas.
El tratamiento depende de la enfermedad, pero en la mayoría de los casos, lo importante es reducir la inflamación por medio de medicamentos como corticoides u otros que reducen su respuesta inmune². Existen algunos cuidados que el paciente puede tener para sentirse mejor4:
- Ingerir comidas saludables y bien equilibradas, con ingesta de frutas, legumbres, granos integrales, productos lácteos sin grasa y fuentes de proteína magras;
- Hacer actividad física de manera regular, pero sin exagerar. el médico podrá recomendar el mejor ejercicio. Meditar para relajar la mente y participar de grupos de apoyo también puede ayudar;
- Descansar lo suficiente para permitir que los tejidos y las articulaciones del cuerpo tengan tiempo para recuperarse y disminuir el estrés, que, junto con la ansiedad, pueden desencadenar síntomas de algunas enfermedades autoinmunes.