¿Qué es la viruela del mono? Origen y transmisión?

Aunque históricamente ha sido una infección rara y limitada principalmente a regiones remotas de África Central y Occidental, recientes brotes internacionales han generado preocupación global 

Publicado en: 4 de octubre de 2024  y atualizado en: 7 de octubre de 2024
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La viruela del mono es causada por el virus de la viruela del mono, que pertenece a la misma familia de virus que el virus de la viruela, aunque es menos grave y, por lo general, menos mortal. 

Origen y transmisión 

El virus de la viruela del mono fue identificado por primera vez en 1958 en colonias de monos utilizados para investigación, de ahí su nombre, aunque los roedores y otros pequeños mamíferos se consideran los principales reservorios del virus en la naturaleza. El primer caso humano documentado ocurrió en 1970 en la República Democrática del Congo, y desde entonces se ha reportado en otros países africanos y, más recientemente, en otras regiones del mundo. 

La transmisión del virus puede ocurrir de diversas maneras. Principalmente, el contagio entre humanos sucede por contacto directo con fluidos corporales, lesiones cutáneas o materiales contaminados, como ropa de cama. También es posible contagiarse por gotas respiratorias en contacto cercano y prolongado. Los casos recientes han señalado que la transmisión puede ocurrir durante el contacto íntimo, incluido el contacto sexual. 

Síntomas 

Los síntomas de la viruela del mono suelen aparecer entre 6 y 13 días después de la exposición al virus, aunque en algunos casos pueden tardar hasta 21 días. Los primeros signos incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, fatiga, dolores musculares y ganglios linfáticos inflamados. Posteriormente, la enfermedad progresa con la aparición de una erupción cutánea característica que puede comenzar en el rostro y extenderse a otras partes del cuerpo, incluidas las palmas de las manos y las plantas de los pies. 

La erupción pasa por varias etapas, desde máculas planas hasta pústulas llenas de líquido, que eventualmente forman costras y se caen. En algunos casos, las lesiones pueden causar cicatrices permanentes. A pesar de que la mayoría de las personas se recupera en unas pocas semanas sin tratamiento específico, en casos raros, la viruela del mono puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños, personas inmunodeprimidas o con condiciones de salud preexistentes. 
Brotes recientes y respuesta internacional 

En 2022, la viruela del mono acaparó titulares globales debido a brotes fuera de África, particularmente en Europa, América del Norte y otros países. Estos brotes representaron la primera vez que la enfermedad se propagaba de manera sostenida entre personas en áreas no endémicas, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar el brote como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional. 

La rápida propagación del virus en comunidades no acostumbradas a tratar con esta enfermedad ha provocado un esfuerzo coordinado para identificar casos, aislar a los afectados y vacunar a las personas en riesgo. Existen vacunas disponibles que ofrecen protección contra la viruela del mono, basadas en la vacuna contra la viruela, que ha demostrado ser altamente efectiva debido a la relación entre ambos virus. Además, se han desarrollado tratamientos antivirales específicos para ayudar a reducir la gravedad de los síntomas en casos graves. 

Prevención y cuidados 

Para prevenir la propagación de la viruela del mono, es fundamental evitar el contacto cercano con personas infectadas y practicar buenas medidas de higiene, como el lavado frecuente de manos y la desinfección de superficies. En áreas donde se han detectado brotes, la vacunación puede ser una herramienta clave para frenar la transmisión, especialmente en personas que han estado expuestas al virus o que están en alto riesgo. 

Además, las autoridades sanitarias recomiendan a las personas que presenten síntomas compatibles con la viruela del mono, como fiebre, erupciones cutáneas o ganglios inflamados, que busquen atención médica y se aíslen para evitar el contagio a otros. 

Fuentes: 

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
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