Microbiota Intestinal, la puerta de entrada al bienestar 

En los últimos años, la ciencia ha comenzado a comprender la verdadera magnitud de la influencia de la microbiota intestinal en el bienestar general, desde la digestión hasta el estado de ánimo y la función inmune 

Publicado en: 30 de junio de 2024  y atualizado en: 1 de julio de 2024
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La microbiota intestinal, también conocida como flora intestinal, es un complejo ecosistema de microorganismos que reside en nuestro intestino. Este ecosistema incluye trillones de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que desempeñan un papel crucial en nuestra salud. En los últimos años, la ciencia ha comenzado a comprender la verdadera magnitud de la influencia de la microbiota intestinal en el bienestar general, desde la digestión hasta el estado de ánimo y la función inmune. 

Cada microbiota es única 

Cada persona alberga un microbioma único, influenciado por factores como la dieta, el entorno, el uso de antibióticos y la genética. La microbiota intestinal pesa alrededor de 2 kg y contiene más de 1.000 especies de bacterias diferentes. 

La microbiota intestinal es esencial para varios procesos biológicos: 

  • Digestión y absorción de nutrientes: Las bacterias intestinales ayudan a descomponer los alimentos que comemos, facilitando la absorción de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. 
  • Sistema inmunológico: Aproximadamente el 70% del sistema inmunológico reside en el intestino. La microbiota ayuda a educar y regular el sistema inmune, protegiendo contra patógenos y enfermedades. 
  • Producción de neurotransmisores: La microbiota intestinal produce neurotransmisores como serotonina, que influye en el estado de ánimo, el sueño y el comportamiento. Se ha demostrado que el 95% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino. 
  • Protección contra patógenos: Las bacterias "buenas" compiten con los patógenos por recursos y espacio, ayudando a prevenir infecciones. 

A nivel mundial, los trastornos relacionados con la microbiota intestinal, como el síndrome de intestino irritable (SII) y las enfermedades inflamatorias del intestino (EII), afectan a millones de personas. Según un informe de la Organización Mundial de Gastroenterología, el SII afecta a entre 10% y 15% de la población mundial. En Chile, se estima que alrededor del 12% de la población sufre de SII, lo que resalta la necesidad de una mayor comprensión y manejo de la salud intestinal.

Factores que afectan la microbiota 

  1. Dieta: Una dieta rica en fibra y alimentos fermentados (como el yogur y el kéfir) promueve una microbiota saludable. Por otro lado, el consumo excesivo de azúcares, grasas y alimentos procesados puede alterar el equilibrio microbiano.
  2. Antibióticos: El uso indiscriminado de antibióticos puede matar tanto a las bacterias malas como a las buenas, lo que desequilibra la microbiota.
  3. Estrés: El estrés crónico puede afectar negativamente la composición y la función de la microbiota intestinal. 

Cómo Mantener una Microbiota Saludable 

  • Alimentación balanceada: Consumir una dieta variada rica en frutas, verduras, legumbres y granos integrales. Los alimentos ricos en fibra son especialmente beneficiosos.
  • Probióticos y prebióticos: Incorporar alimentos que contienen probióticos (bacterias beneficiosas) como el yogur y el kimchi, y prebióticos (fibras que alimentan a las bacterias) como el ajo y los plátanos.
  • Actividad física regular: El ejercicio moderado ayuda a mantener una microbiota equilibrada.
  • Manejo del estrés: Técnicas de relajación como yoga y meditación pueden beneficiar tanto al intestino como a la mente.
  • Suplementos: Si no consumes una dieta variada puede consultar a su médico por suplementos probióticos. 

La microbiota intestinal es una puerta de entrada esencial al bienestar general. Mantener un equilibrio saludable de microorganismos en el intestino puede tener efectos profundos en la salud física y mental. Comprender y cuidar nuestra microbiota es una inversión directa en nuestro bienestar a largo plazo. Consulta con tu médico si necesita mayor información. 

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
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